La campana de cristal. Sylvia Plath.

Título y autor: La campana de cristal (The Bell Jar). Sylvia Plath.
Editorial: Pocket edhasa
Páginas: 233

Libro autoconclusivo.

Sinopsis:
Esther es una joven universitaria que recibe un premio consistente en vivir unos meses en New York y conocer los entresijos del mundo editorial (publicaciones de cuentos o libros, revistas de moda...). En esos meses vive una vida regalada, con lujos y atenciones. Pero de entre esas primeras páginas surge Esther con su apabullante y tenaz vida interior. Su vida es una sucesión de tensiones morales, sociales, de imposiciones escritas y no escritas; de tabúes sexuales; de costumbres rurales en un mundo cambiante; de sueños incumplidos; de necesidades vitales apartadas; de anhelos desesperados; de miedo, de mucho miedo por la vida. Cuando acaba su estancia en New York y vuelve a su pueblo caerá sobre ella todo el peso de la realidad cierta o no.

Opinión:
Es algo difícil hablar de este libro porque sabiendo los problemas psicológicos que tenía Sylvia Plath y su forma de acabar con su vida no se puede separar el personaje protagonista del libro con la propia autora. Ya había leído libros y visto películas tratando la depresión, pero este en concreto es especial. Se nota que la escritora lo sufre al igual que Esther. La campana de cristal me dejó con ganas de saber más sobre la autora y en cuanto lo acabé investigué sobre su vida, algo que recomiendo para comprender mejor la novela.
Aparte de Esther, no hay demasiados personajes muy destacables porque el libro es simplemente la historia de Esther. Al principio sí me recordó a El guardián entre el centeno, como había leído en algunas reseñas, por la visión del mundo tan pesimista que tienen. Pronto dejó de recordarme a ese libro, gracias a la forma de escribir tan poética que tiene Sylvia y el libro termina destacando sin parecerse a nada que hubiera leído antes. La autora utiliza muchas metáforas, que nos ayudan a entender mejor cómo se siente Esther.
La campana de cristal habla sobre la depresión y cómo era tratada en esa época, algo que nos puede sorprender en la actualidad sabiendo que no ha pasado tanto tiempo desde que se publicó el libro. También trata la sexualidad y en varias ocasiones critica la forma en que la sociedad oprime a las mujeres. Los problemas de la propia autora con su madre también están retratados en la novela con la relación entre Esther y su madre. 

      Sería bonito ser pura y casarse con un hombre puro, pero ¿y si de repente, después de casarnos,         confiesa que no es puro? No podía soportar la idea de una mujer teniendo una simple vida pura,         mientras un hombre podía tener una doble vida, una pura y otra impura. 

Lo que más miedo me daba es que con la edad de Esther tenía algunos pensamientos parecidos a los suyos y esto es algo que leído comentar a más gente. Ha sido difícil acabar con esta novela a pesar de que no llegue a las 300 páginas porque es dura en varias ocasiones y hay que tomarse algunos descansos. Después de leer su única novela, tengo ganas de leer los poemas de Sylvia para seguir conociendo más de su obra.