Título y autor: Los girasoles ciegos. Alberto Méndez.
Páginas: 155
Editorial: Anagrama
Libro autoconclusivo
Sinopsis:
Este libro es el regreso a las historias reales de la posguerra que contaron en voz baja narradores que no querían contar cuentos sino hablar de sus amigos, de sus familiares desaparecidos, de ausencias irreparables. Son historias de los tiempos del silencio, cuando daba miedo que alguien supiera que sabías. Cuatro historias, sutilmente engarzadas entre sí, contadas desde el mismo lenguaje pero con los estilos propios de narradores distintos que van perfilando la verdadera protagonista de esta narración: la derrota.
Opinión:
No podía haber elegido una mejor lectura para acabar el año con un buen sabor de boca en cuanto a libros leídos. Ha sido uno de los libros que más cosas me ha hecho sentir y lo sorprendente es que no tenía ninguna expectativa en él, ya que lo encontré entre más libros descatalogados que regalaban en la biblioteca. Después de leerlo me da mucha pena que un libro así esté fuera de la biblioteca y que sea el único libro que escribió el autor. Debería ser una lectura obligatoria y uno de los clásicos de nuestra literatura.
Trata un tema complicado: la situación de España después de la guerra civil. Alberto Méndez nos enseña Madrid en los años 30 y 40 a través de cuatro historias diferentes, que tienen el mismo contexto de fondo. Podemos apreciar el miedo que sufren los ciudadanos en una dictadura y sus experiencias. La historia que más me gustó fue la última, que da nombre al libro. Sus personajes y la forma en la que está narrando, alternando entre tres perspectivas, me pareció muy interesante y difícil de escribir. Aunque el segundo relato es el más desgarrador y con el que peor lo pasé. En él cuenta cómo un padre tiene que cuidar de su hijo en la montaña. Poco a poco podemos leer cómo el narrador cada vez pierde más humanidad y termina con un desenlace que no deja esperanza, como todos los demás relatos.
No es un libro que recomiende leer si no estáis con buenos ánimos, porque sin duda no hará que os sintáis mejor. Alberto Méndez consiguió que me indignara, me frustrara y sintiera pena por los personajes. También fue interesante poder conocer esta parte de la historia de mi país, que nunca estudiamos en profundidad en el instituto. Creo que debería ser una lectura obligatoria para que no olvidemos lo que ocurrió hace no mucho tiempo y que no repitamos los mismos errores. Una de las partes del libro que más me gustó fue la forma de escribir de Alberto Méndez. Sabe hacer que sus historias parezcan reales y que los lectores sientan la desolación de los personajes que describa. Me gustaría poder disfrutar de más textos del autor.
Recomiendo mucho Los girasoles ciegos a cualquier persona, incluso si no te gustan los libros históricos. Se tratan de relatos donde lo más importante es lo que sienten los personajes y la forma de narrar que tiene Alberto Méndez.
No podía haber elegido una mejor lectura para acabar el año con un buen sabor de boca en cuanto a libros leídos. Ha sido uno de los libros que más cosas me ha hecho sentir y lo sorprendente es que no tenía ninguna expectativa en él, ya que lo encontré entre más libros descatalogados que regalaban en la biblioteca. Después de leerlo me da mucha pena que un libro así esté fuera de la biblioteca y que sea el único libro que escribió el autor. Debería ser una lectura obligatoria y uno de los clásicos de nuestra literatura.
Trata un tema complicado: la situación de España después de la guerra civil. Alberto Méndez nos enseña Madrid en los años 30 y 40 a través de cuatro historias diferentes, que tienen el mismo contexto de fondo. Podemos apreciar el miedo que sufren los ciudadanos en una dictadura y sus experiencias. La historia que más me gustó fue la última, que da nombre al libro. Sus personajes y la forma en la que está narrando, alternando entre tres perspectivas, me pareció muy interesante y difícil de escribir. Aunque el segundo relato es el más desgarrador y con el que peor lo pasé. En él cuenta cómo un padre tiene que cuidar de su hijo en la montaña. Poco a poco podemos leer cómo el narrador cada vez pierde más humanidad y termina con un desenlace que no deja esperanza, como todos los demás relatos.No es un libro que recomiende leer si no estáis con buenos ánimos, porque sin duda no hará que os sintáis mejor. Alberto Méndez consiguió que me indignara, me frustrara y sintiera pena por los personajes. También fue interesante poder conocer esta parte de la historia de mi país, que nunca estudiamos en profundidad en el instituto. Creo que debería ser una lectura obligatoria para que no olvidemos lo que ocurrió hace no mucho tiempo y que no repitamos los mismos errores. Una de las partes del libro que más me gustó fue la forma de escribir de Alberto Méndez. Sabe hacer que sus historias parezcan reales y que los lectores sientan la desolación de los personajes que describa. Me gustaría poder disfrutar de más textos del autor.
Recomiendo mucho Los girasoles ciegos a cualquier persona, incluso si no te gustan los libros históricos. Se tratan de relatos donde lo más importante es lo que sienten los personajes y la forma de narrar que tiene Alberto Méndez.
Cada muerto de esa guerra, fuera del bando que fuera, había servido sólo para glorificar al que mataba. Sin muertos, dijo, no habría gloria, y sin gloria, sólo habría derrotados.
Fuentes
https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/los-girasoles-ciegos/9788433968555/NH_354
https://www.zendalibros.com/wp-content/uploads/2018/04/girasoles-1.jpg
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